La cocina Noruega
La cocina noruega es típicamente nórdica: sencilla, pero abundante, muy vinculada a la antigua tradición marinera. Si nos gusta disfrutar de la gastronomía, es la disculpa perfecta para irnos de vacaciones a Noruega y descubrir todo lo que nos ofrece.
De hecho, el pescado es el rey del menú noruego. Particularmente a lo largo de la costa, se puede saborear fresquísimo. El salmón ahumado (o a la parrilla) y el bacalao dominan la oferta, pero no faltan truchas, arenques, bagres, mariscos y camarones recién capturados.
Yendo hacia el interior del país los productos pesqueros dejan espacio a la carne, especialmente de caza silvestre; entre los productos más típicos, verdaderas especialidades como renos, alces, ciervos o urogallos.
Acompañadas con una salsa cremosa (a base de crema agria) y una buena copa de vino tinto con cuerpo, estas carnes serán muy apreciadas por quienes gustan de sabores fuertes y decisivos.
Si prefieres segundos platos de carne más “clásicos” puedes optar por carne seca (spekemat), embutidos y jamón, a menudo servidos con huevos revueltos y el tradicional pan crujiente y fino. Típicos y muy deliciosos son también el fårikål (cordero hervido con coles y granos de pimienta), y las Kjøttkaker, albóndigas de carne fritas servidas con salsa, guisantes y patatas hervidas.
Entre los productos lácteos hay una especialidad poco conocida fuera de las fronteras nacionales:el brunost, un queso de cabra fresco con un característico color marrón. Muy apreciado es también el geitost, dulce y elaborado con leche de cabra y de vaca.
Vino, cerveza y destilados (akevitt, es decir, brandy o aguardiente, a menudo aromatizados con comino y anís) se consumen moderadamente en Noruega y por lo general se caracterizan por precios muy altos. Recordamos a este respecto que la compra y consumo de alcohol sólo está permitido a mayores de años 18 años (20 en el caso de los destilados).
Para finalizar, algunos datos relacionados con los hábitos alimenticios de Noruega: el día comienza con un buen desayuno con café, huevos duros, pan o galletas, queso, tomate y arenque marinado.
El almuerzo es ligero y rápido y con frecuencia se limita a un sándwich. La tarde se corta con un bocadillo rápido y sabroso: café y galletas con mermelada.
Con la puesta de sol viene la cena (habitualmente se cena muy temprano) y en muchos casos es la única verdadera comida caliente y abundante de día. Por lo general, está compuesta por un plato único a base de carne o pescado, acompañado con verduras cocidas.
Foto: Visit Norway
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