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Montecatini Terme: salud e historia en un “borgo” de ensueño

Montecatini Terme es un lugar de descanso y relax gracias a sus parques termales y sus centenarios espacios verdes, es además, una ciudad de arte y arquitectura con un largo pasado, pero también de diseño moderno y edificios futuristas, que son dignos de conocer en este excitante destino. Esto es lo que no hay que perderse:

 

El parque termal

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El símbolo de Montecatini está representado por su parque termal y sus establecimientos, entre los que se destaca el “Tettuccio“, el más famoso del complejo termal, debido a su noble arquitectura. El parque es de enormes dimensiones: se extiende en unos 420 mil metros cuadrados dentro de los cuales se puede disfrutar de tratamientos beneficiosos y saludables para el cuerpo y la mente.

Terapia de agua, fangoterapia, hidroterapia, masajes y fisiokinesioterapia, hidromasajes y terapias de rehabilitación médica. Pero también muchos tratamientos estéticos para combatir el envejecimiento de la piel, celulitis y sobrepeso.

El complejo Tettuccio es uno de los más famosos, se encuentra en Viale Verdi en el número 71 y sus cualidades saludables son conocidas desde el siglo XIV. La belleza del edificio no reside sólo en su arquitectura, sino en su ubicación: se encuentra inmerso un parque verde, rodeado de pinos, tilos, cedros, palmeras y secoyas. Por encima del edificio fluye una fuente cuya agua cae en una piscina encuadrada en un proyecto arquitectónico que te dejará sin palabras.

 

Montecatini Alto

toscana

Montecatini Alto es una fracción de Montecatini Terme, a la que se puede llegar en funicular. Es un pueblo muy antiguo cuyos orígenes son anteriores al año 1000. Sólo el viaje en funicular merece la pena: este medio de transporte está mantenido como cuando fue construido en 1850, con sus vagones con interiores de madera. Este pueblo es absolutamente fabuloso y recoge las memorias del pasado, expresando la relación entre lo antiguo y lo moderno.

funicular

Hay muchos lugares que merecen una visita: construcciones religiosas, absolutamente notables como la iglesia y el convento de Santa María en Ripa; edificios de estilo románico del siglo XII; la Iglesia de San Pedro Apóstol del siglo XI con su pila bautismal de mármol blanco e importantes y famosos frescos; la Iglesia de los Santos Padres Carmelitas; la Iglesia y el convento (ahora convertido en casa de reposo) de Santa Margarita y la capilla de la plaza, construida en el interior de la torre Tavarnelli. Además de los edificios religiosos se pueden ver los restos de la antigua muralla que protegía Montecatini: la única parte todavía en pie es la puerta Borgo.

Los edificios antiguos se encuentran en cada esquina, como el Palacio de Justicia con los escudos de armas en el lado frontal y el Palacio Podestarile, antigua residencia del Podestá.

En la colina se encuentran las fortalezas, entre ellas la fortaleza del Castillo Viejo (también llamado Rocca Tramontana) y la Fortaleza del Carmine o Castelnuovo y otras torres medievales.

No hay que perderse la oportunidad de explorar los alrededores de Montecatini Terme: pequeños pueblos con encanto como Ponte Buggianese y Pescia ofrecen la oportunidad de sumergirse en un ambiente medieval inolvidable, con sus rincones de cuento, calles típicas y bellos y fascinantes lugares naturales como el Pantano de Fucecchio.

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