Zafra: la “pequeña Sevilla” de Extremadura

Plaza Grande

Zafra, es conocida como “la pequeña Sevilla”. Por su estructura, historia e imagen puede asemejarse a la perfección a la más famosa ciudad de Andalucía; pero Zafra, es también algo diferente. Es una ciudad llena del alma fuerte de Extremadura pero impregnada de sencillez al mismo tiempo.

Zafra es una pequeña ciudad española situada en la Vía de la Plata, la carretera romana que comenzaba en los puertos del sur y llegaba hasta Galicia. Además de las legiones del imperio, a lo largo de los siglos, pasaron también por allí los visigodos y, más tarde, los árabes. En tiempos de la Reconquista, Zafra volvió a manos de la España católica y gran parte de lo construido por los árabes fue destruido.

El pasado, sin embargo, no se borró completamente y bastan algunos pasos por el casco antiguo para leer la ciudad como en un libro historia.

Palacio Duques de FeriaLas plazas del centro son pequeñas con mucha vida pero sin demasiado alboroto o multitudes turísticas. Alrededor de las plazas hay arcadas y palacios que ocultan sus preciosos patios interiores, verdes y florecidos aun en noviembre. Las calles y avenidas de Zafra están engalanadas con numerosos árboles, donde destacan los naranjos que ofrecen su mayor espectáculo cuando están cargados de fruta, lista para ser recogida.

Zafra es casi andaluza e incluso un poco portuguesa, dado que la frontera de España con Portugal está muy cerca.

Existe una curiosidad ligada a la ubicación geográfica de Zafra.  El uso horario elegido por España en la época de Franco es el CET (Central European Time), es decir, una hora más que en Greenwich. Pero viendo su localización geográfica, a la ciudad le correspondería el GMT (Greenwich Meridian Time). ¿Y esto qué implica?

La luz, la oscuridad y la posición del sol están realmente desfasados en Zafra. Por ejemplo, en noviembre, el amanecer llega alrededor de las 8:15 de la mañana.

Pero independientemente de los desfasajes horarios, Zafra es uno de esos lugares que es amado por su tranquilidad y la escasa presencia del turismo de masas.  Y es un lugar donde la “españoleidad” está asegurada: buena comida, tapas, cerveza, vinos y jamones; gente que se acuesta tarde, pero no por ir a locales nocturnos, sino porque se detienen en las calles a conversar.

En nuestra ruta en bicicleta por la Vía de la Plata, de Sevilla a Cáceres, Zafra es nuestra parada del día 4. Aprovecha cuando estés allí para conocerla.

Una de las zonas más pintorescas es la plaza principal, o Plaza Grande, una plaza porticada llena de palmeras, balcones, terrazas, fuentes y encanto. Está conectada a una versión más pequeña de la misma, la Plaza Chica, que se une a su hermana mayor a través de uno de los arcos antes mencionados, el Arquillo del Pan, así llamado debido a su forma inusual. Muchos pequeños bares y cafeterías se alinean en estas plazas.

Dentro del casco histórico hay una gran cantidad de edificios y monumentos históricos y cuenta con un maravilloso parador con 9 impresionantes torres circulares, situado en el Palacio de los Duques de Feria, abierto todos los días.

Más abajo de la plaza encontrarás más edificios que representan la rica historia de Zafra incluyendo la iglesia de La Candelaria, que se remonta a mediados del siglo XVI; los tres paneles decorativos ubicados detrás de su altar fueron pintados por los artistas españoles Zurbarán y Churriguera.

También de interés son la Iglesia de San José, que también data del siglo XVI, el convento de Santa Clara de 1430 y el hospital de Santiago del siglo XV.

Imágenes: Turismo de Zafra / Manuel Mendez Zama

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